Si tienes en tus manos un Intel Core i5-14600, lo primero que te diría es que felicidades: te has hecho con una bestia parda. Pero, oye, esto es como tener un Ferrari y pretender meterle gasolina de 95. ¡No, hombre! Necesitas una placa base que esté a la altura de este bicharraco. Y aquí estoy yo, como ese colega gamer que se toma en serio el montaje de un PC, para guiarte por este mar de opciones con mi toque de humor y experiencia (porque, ya sabes, he pasado más horas montando PCs que farmeando en el «Elder Ring»).
¿Por qué es tan importante una buena placa base?
Imagínate que tienes un equipo de fútbol (sí, estamos haciendo analogías deportivas ahora). Tu procesador es el delantero estrella, la GPU es el mediocampo que lo organiza todo, y la placa base es el entrenador que dice a todos dónde deben estar y cuándo correr. Sin una buena placa, tu equipo no va a meter ni un gol, por muy bueno que sea el delantero. ¿Ves a dónde voy?
El i5-14600 es como un Messi en su mejor momento, pero necesita un buen sistema táctico para brillar, y ahí es donde entra la placa. Vamos a ver algunas de las mejores opciones para este chipazo, porque no puedes montar este bicharraco en cualquier tabla de cortar, ¿verdad?
1. ASRock Z790 Taichi Lite
Esta placa base es como ese amigo que siempre tiene más trucos bajo la manga de los que parece. No es el más llamativo en apariencia, pero cuando empiezas a ver lo que lleva dentro… ¡pum! Por unos 350 pavos, te llevas un monstruito que incluye un suministro de energía súper robusto (necesitas esto para esos momentos en que estás sudando con el overclocking), Thunderbolt 4 para conectar todos esos periféricos de streamer wannabe, y PCIe 5.0 para que cargues los juegos más rápido de lo que tu conexión de fibra puede seguir.
Eso sí, esta placa es más fea que un lunes por la mañana después de un fin de semana de LAN party, pero, ¿a quién le importa lo que hay dentro del chasis si los FPS están por las nubes, no? En resumen, una placa para los que prefieren poder antes que postureo RGB. A lo que vamos: rendimiento a tope.
2. ASUS ROG Strix Z790-E Gaming
Ahora, si quieres que tu placa base no solo juegue como los dioses, sino que también se vea como una pieza de arte moderno en tu setup, aquí tienes la ASUS ROG Strix Z790-E Gaming. Esto es lo más parecido a ponerle vinilos y neones a tu coche: tiene RGB por todos lados, pero no es solo estética. Esta cosa viene equipada con PCIe 5.0, DDR5 (el futuro, colega), y la capacidad de manejar cualquier cosa que le tires. Ah, y tiene Wi-Fi 6E, para que cuando estés jugando al «Valorant» o al «CS», el lag sea cosa del pasado. Porque nada peor que perder por un milisegundo de lag, ¿verdad?
Eso sí, prepara la cartera porque esta maravilla de la ingeniería te puede salir por unos 450 a 500 euros. Pero oye, si puedes permitírtelo, te llevas una placa base que durará años y que será la envidia de todos los que pasen por tu setup.
3. MSI MAG Z790 Tomahawk WiFi
Esta es la placa que recomendaría a cualquiera que no quiera arruinarse, pero tampoco escatimar en calidad. La MSI MAG Z790 Tomahawk WiFi es como ese amigo que nunca falla, el que está siempre ahí cuando necesitas ayuda para mover tu torre de un lado a otro. ¿Qué tiene esta placa? Soporte para DDR5, PCIe 5.0, y hasta Wi-Fi 6E, para que puedas presumir de ping cuando juegues en línea. Todo por un precio mucho más razonable, rondando los 300 euros.
Si eres de los que no necesita 20 luces RGB y prefieres fiabilidad y potencia, la Tomahawk es para ti. No te va a dejar tirado cuando lo necesites, y aguanta lo que le eches.
4. Gigabyte Z790 AORUS Master
Si te has comprado el i5-14600 y ahora te ves con un presupuesto un poco apretado (porque ya sabes, la GPU no se paga sola), la Gigabyte Z790 AORUS Master es una de esas placas que te sorprenderá por su relación calidad-precio. VRMs robustos, PCIe 5.0 para cuando quieras dar el salto a lo último en tarjetas gráficas, y un diseño limpio que queda de lujo en cualquier caja con ventana.
Por unos 400 euros, esta placa es un tanque de batalla que te va a permitir jugar, hacer streaming, y editar vídeos de manera fluida. ¿Y mencioné que trae Wi-Fi 6E? Porque eso es ya el estándar, amigo. Toca ponerse al día.
Para terminar:
Elegir la placa base adecuada para tu Intel Core i5-14600 no es tarea fácil, pero si algo te puedo decir desde mi experiencia como gamer y montador de PCs, es que no escatimes en la placa base. Es el alma de tu PC, lo que une todo y lo mantiene funcionando como un reloj suizo. Ya sea que te decantes por una ASRock Z790 Taichi porque prefieres potencia bruta, o por una ASUS ROG Strix porque quieres presumir de tu setup en Instagram, asegúrate de que la placa esté a la altura de tu CPU. ¡Nos vemos en el campo de batalla, gamer!
Espero que este artículo te haya iluminado un poco en la elección de tu próxima placa base. ¡Recuerda siempre visitar gamerpc.es para más guías como esta y mantener tu equipo siempre al maximo nivel!